El sonido del coro cruzaba las aguas, y sentí el salto de aquel antiguo impulso, que he experimentado toda la vida, de dejarme llevar arriba y abajo por el rugido de muchas voces ajenas cantando una misma canción, de dejarme llevar arriba y abajo por el rugido de una alegría, de un sentimiento, de un triunfo, de un deseo, casi sin sentido.
Virginia Woolf, Las olas
20 de junio de 2008
Coro
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